Bagan

Bagan es uno de los destinos más mágicos de Asia. ¡Sus templos atrapan! Del siglo IX al XIII, Bagan fue la capital del Reino de Pagan (antiguo Myanmar). En la época se construyeron muchísimos templos. Y pese al paso del tiempo y violentos terremotos, todavía podemos disfrutar de más de 2000.

Alojarse en Bagan no es caro. Nosotros estuvimos 4 días y no pagamos más de 50€ por noche por un buen hotel. Fue el sitio que más nos gustó de Myanmar. Nos ponemos melancólicos cuando recordamos levantarnos cada día a las 5 de la mañana, coger la e-bike para buscar un buen sitio para ver el amanecer. ¡Y lo mismo para el atardecer!

Bagan es mágico a todas horas, pero especialmente durante el amanecer y el atardecer. El cielo se tiñe de un color precioso y si tienes la suerte de ver unos cuantos globos aerostáticos, seguro que nunca lo vas a olvidar.

En 2016, el país sufrió un terremoto muy fuerte. Lamentablemente, muchos templos desaparecieron y otros quedaron en mal estado. Antes se podía subir a casi todas las terrazas para tener unas vistas increíbles de los templos. Pero después del terremoto, las autoridades cerraron el acceso a la mayoría.

Lo mejor es que te descargues la aplicación Maps.me para visitar Bagan. Allí podrás leer comentarios recientes y valoraciones de los diferentes templos. Y lo más importante, si la terraza está abierta o no.

La mejor forma de desplazarse por la zona arqueológica de Bagan es alquilar una e-bike. Nosotros pagamos unos 8€ por día y desde nuestro hotel llegábamos a la mayoría de templos en apenas 15 minutos. Pero lo importante no es llegar, sino el camino. Nuestro consejo es que improvises y te vayas parando en los templos que más te gusten. ¡Bagan es espectacular!

Respecto a la comida, en Bagan encontrarás un montón de restaurantes de todas las cocinas del mundo. ¡Incluso hay muchos europeos regentando locales!

Bagan no puede faltar en cualquier ruta por Myanmar. Junto a Yangon y Mandalay creemos que son las imprescindibles del país. ¡Esperamos que la disfrutes!

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