Amberes

Amberes es la ciudad más poblada de Bélgica y uno de sus principales destinos turísticos. ¡Aunque no su capital! La ciudad vivió su máximo esplendor entre los siglos XV y XVII cuando se convirtió en un centro económico y cultural de referencia en el continente.

Gran parte de su legado todavía se puede visitar en la actualidad paseando por las calles de la ciudad. Su gran embajador fue (y sigue siendo) Peter Paul Rubens. Este pintor pasó gran parte de su vida en Amberes. De hecho, puedes visitar la casa del pintor para conocer en detalle su vida y obra.

Pero lo cierto es que una ciudad como Amberes no necesita demasiado marketing para promocionarse. ¡Es preciosa! De hecho, junto a Brujas es nuestro destino favorito en Bélgica.

La Gran Plaza del Mercado de Amberes es una de las más bonitas del país. Destacan sus casas de gremios del siglo XVI. Además, allí también se celebra el icónico mercadillo de Navidad, por si tienes pensado visitarla durante estas fechas tan especiales.

Amberes es muy conocida por su industria del diamante. Solo hace falta pasear por la Calle Meir en dirección a la estación. Es la calle comercial más cara de Bélgica. Hacia el final encontrarás el famoso distrito del diamante, donde hay más de 1500 comercios que venden estas joyas tan preciadas. ¡Menudo souvenir!

La mayoría de edificios bonitos de Amberes se construyeron entre los siglos XV y XVII, cuando Amberes se convirtió en una referencia a nivel continental. Un buen ejemplo es el del museo Plantin-Moretus. En su día fue una antigua imprenta y hoy puedes visitar la historia del edificio gracias a su museo. Por cierto, no olvides conocer su patio. ¡Es muy bonito!

En Amberes también podrás conocer la catedral más grande de Bélgica. Se encuentra en pleno corazón de la ciudad. No tardarás en encontrarla, su campanario se ve desde casi todos los rincones de la ciudad flamenca.

Y un poco más alejado del centro de Amberes encontrarás el Museo Red Star Line. Te permitirá conocer otro aspecto relevante de la historia de la ciudad. Muchos locales emigraron a Estados Unidos en busca del sueño americano. Red Star Line era la compañía que ofrecía el trayecto en barco entre Amberes y Nueva York. ¡Y la misma que fabricó el Titanic!

Nosotros recomendamos alojarse en Amberes como mínimo una noche. También se puede conocer en un día, pero creemos que merece la pena dedicarle algo más de tiempo. ¡Estamos seguros que te encantará!

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