Nuestra experiencia en el hotel Downtown Camper de Estocolmo

Alojarte en un buen hotel cambia considerablemente tu opinión en relación a una ciudad. Y no es que Estocolmo no nos gustara, sino que todavía nos gustó más al estar alojados en el Downtown Camper. Después de estar en más de 25 países y de habernos alojado en cientos de hoteles, quizá este haya sido el mejor en el que hemos estado.

Está ubicado en el moderno barrio de Norrmalm, a dos pasos del Gamla Stan. Quizá el centro histórico de Estocolmo sea más atractivo, pero Norrmalm es una zona mucho más inteligente para alojarse en Estocolmo ya que ofrece mejor comunicación y más actividades que el Gamla Stan. Así que podríamos decir que está en la mejor zona de Estocolmo. 

Y por cierto, tuvimos el privilegio de estrenar una de las 494 habitaciones. ¡Y qué habitación! Cuando nos alojamos allí en septiembre de 2017, el hotel apenas tenía dos semanas. Nos encantó su concepto, basado en que la naturaleza se mezcla en el ambiente urbano. El hotel está lleno de troncos, cuerdas, rodeado de verde, al mismo tiempo que ofrece un estilo súper moderno.

Pero lo que más nos gustó fueron las actividades que ofrecen a sus huéspedes. En el hotel hay kayaks que decoran algunos espacios, pero lo mejor es que te los prestan gratuitamente para que los disfrutes navegando por los canales de Estocolmo. ¿Que prefieres ir en bici? También te las prestan, incluso tándems. Pero eso no es todo, el hotel ofrece un programa de actividades semanal con cosas bien interesantes. Por ejemplo programan clases de yoga por la mañana o sesiones de running en varias horas del día para que explores la ciudad como un local. 

Otra cosa que nos llamó mucho la atención del hotel fue que tienen hasta un periódico propio. Bien, como periodistas nos hizo mucha ilusión. Y lo mejor es que encuentras cosas muy útiles que te ayudan a planificar tu visita. Por ejemplo, los mejores sitios de Estocolmo escogidos por locales. El hotel cuida cada detalle con el cliente y eso nos encantó. Nos sentimos como en casa. 

Incluso tienen una sala con columpios y juegos de mesa donde pasar un buen rato con los tuyos o con otros huéspedes. Porque precisamente uno de los objetivos del hotel es conseguir que la gente se socialice (teniendo en cuenta que en Suecia son bastante más tímidos). Esto en España quizá no haría falta, pero allí lo quieren potenciar. Por ese motivo el hotel está lleno de espacios abiertos donde poder relacionarte con la gente. Si no te gusta la ciudad, siempre puedes ir al hotel. ¡Allí es imposible aburrirse!

Respecto a las habitaciones, la nuestra era muy bonita y práctica. La cama era muy cómoda y los espacios eran amplios. La única pega es que le faltaba un poco de luz, pero eso va con el concepto del hotel. 

Y finalmente, no queremos olvidarnos del desayuno. En general en los países escandinavos lo cuidan mucho, pero el de este hotel es espectacular. Tienen absolutamente de todo, es muy completo. Queremos hacer una mención especial a la zona de los yogures, donde había como 4 o 5 variedades. ¡Incluso había smoothies! El desayuno en sí ya es una experiencia, y teniendo en cuenta lo caro que es desayunar en cualquier bar en Estocolmo, tener la oportunidad de empezar el día comiendo todos estos productos en el hotel es algo que no tiene precio.

No tenemos la menor duda que si volvemos a Estocolmo, nos volveremos a alojar en este hotel. Quizá no estrenaremos habitación, pero estamos seguros que disfrutaremos igual o todavía más.