Interlaken

Interlaken es uno de los principales centros turísticos de Suiza. Especialmente si deseas establecer una base para visitar algunos de los lugares naturales más bellos de Suiza. Como indica su nombre, la ciudad se encuentra entre dos lagos: Brienz y Thun, ambos preciosos.

Pero a parte, también se encuentra rodeada de montañas, ríos, lagos y un montón de atractivos. Desde Interlaken es muy cómodo hacer excursiones, especialmente si quieres moverte en transporte público. Nosotros nos movimos con el Swiss TravelPass por sus múltiples descuentos en teleféricos de montaña.

Hay un montón de cosas que hacer en Interlaken. Quizá no muchas en la misma ciudad, pero sí en sus alrededores. Nosotros estuvimos 4 días enteros allí y visitamos algunos de los sitios más espectaculares de Suiza.

La excursión principal es Jungfraujoch. Es la estación ferroviaria más alta del continente. Desde sus casi 3500 metros de altura tendrás unas vistas privilegiadas. ¡Te sentirás en la cima del mundo!

Cuando visites Jungfraujoch puedes parar en Lauterbrunnen, uno de los pueblos más bonitos que ver en Suiza. Está bastante cerca de Interlaken, de hecho tienes que hacer transbordo allí para visitar Jungfraujoch. En Lauterbrunnen hay un montón de valles y cascadas, típicas de los cuentos de Heidi.

Lo más famoso que ver en Interlaken es su mirador, Harder Kulm. Te aconsejamos ir allí para ver el atardecer. ¡Es precioso! El acceso en funicular es muy fácil y merece mucho la pena. Aunque en la misma ciudad también te recomendamos visitar Unterseen, una zona preciosa.

Otra excursión imprescindible en Interlaken es disfrutar del Brienzer Rothorn. Este tren de vapor te va a llevar a un mirador a 2350 metros de altura. ¡Vas a alucinar con las vistas! Y si te apetece caminar, te recomendamos ir a Schynnige Plate, otro sitio espectacular muy cerca de Interlaken.

Si tienes más tiempo puedes ir al Oeschinen Lake y al Blausee, dos lagos preciosos relativamente cerca de la ciudad. Y evidentemente, hacer algún crucero por los lagos Brienz y Thun, ambos preciosos.

¡Interlaken no te va a defraudar!

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