¡Buenas a todos! Como habréis podido leer, este final de viaje se nos está atragantando. Primero nos quedamos en tierra en Cairns, nos han dejado en tierra en Melbourne con Qatar Airways, y con el vuelo de Qantas, tras 8h en el cielo, vuelta atrás y aterrizaje de emergencia en Sydney. Por suerte, ya estamos en Dubai.
Como os dijimos, cogimos el vuelo de Qantas con destino Londres pero con escala en Dubai, donde nos bajaríamos porque hasta la capital británica iba lleno. El vuelo salió con un retraso de más de una hora porque otro vuelo de Qantas se había retrasado y muchos pasajeros todavía no habían llegado, así que ya salimos cruzados.
Llevábamos unas siete horas de vuelo aproximadamente, ya casi saliendo de Australia, cuando el capitán nos despertó con un mensaje para los pasajeros diciéndonos que estábamos regresando a Sydney porque el avión tenía problemas mecánicos y que por seguridad teníamos que parar. ¿Por qué Sydney y no Perth, por ejemplo? Porque allí no tenían ningún A380 para meternos a todos los pasajeros.
Sinceramente no tuvimos miedo. El piloto nos dijo que había unas vibraciones extrañas en el avión y que aventurarse a cruzar el Índico con este problema no era una gran idea. ¡Del cansancio y de la mala leche el miedo pasó a otro plano! Pese a la mala experiencia, estamos sorprendidos de lo bien que lo ha gestionado Qantas.
Aterrizamos a las 7 de la mañana y a las 9 ya teníamos otro A380 a nuestra disposición. Además nos dieron un vale de 20$ por persona para desayunar en cualquier restaurante del aeropuerto. Un bonito detalle, que pocas aerolíneas hacen. Además el servicio dentro del avión es impecable: los baños muy limpios y cada dos por tres te están repartiendo comida. Sinceramente, bastante mejor que Qatar Airways.
Aunque parezca mentira hemos pasado 24h en el avión que se han hecho larguísimas. Eso sí, hay que decir que volar en un A380 es muy cómodo: apenas se notan las maniobras de despegue y aterrizaje y se puede dormir muy cómodo. En el avión hemos aprovechado para ver de nuevo la famosa película de La vida es bella y también para descansar un rato. Sin embargo, nos reconforta bastante que la mayoría de los compañeros que tenemos en el avión aún les quedan unas 8h más de vuelo, por lo que acumularán casi 40h seguidas en el aire.
Pero bueno, mejor no pensar en eso ¡que nosotros todavía tenemos que llegar a Barcelona!
Ay madreeeeee… pues a mí me pasa eso y me da algo, literalmente. Eso sí, super anécdota!! Un beso chicos!
Ahora que ya llevamos unas horitas en casa nos reímos, pero vaya mal humor en el momento!!! Un abrazooo 🙂