18 curiosidades del Big Ben que te sorprenderán

El Big Ben es, sin ninguna duda, uno de los monumentos más famosos que ver en Inglaterra. Su construcción acabó en 1859 como torre del reloj del Palacio de Westminster. Hace más de 150 años, es por eso que actualmente está en restauración y sólo una de las cuatro caras del reloj funciona. Tampoco oirás sonar la campana hasta 2020, exceptuando ocasiones especiales como la entrada de año u otras celebraciones. Pese a eso, siempre seguirá siendo la estrella londinense. Te contamos 18 curiosidades del Big Ben para que lo conozcas más.

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18 CURIOSIDADES DEL BIG BEN

1. El Big Ben no es lo que piensas que es

Siempre hablamos de Big Ben para referirnos a la torre del reloj del Palacio de Westminster. ¡Pero llevamos toda la vida haciéndolo mal! En realidad se llama Elizabeth Tower en honor a la reina. Es la campana de dentro que está oficialmente bautizada como Big Ben.

2. ¿Por qué ese nombre?

La parte de “Big” es más que evidente. Sólo te diremos que la campana pesa 16 toneladas y mide más de dos metros de altura.

Hay dos teorías que explican el significado de “Ben”. La primera (y más probable) dice que es en honor a Benjamin Hall. Él fue el Comisario de Obras Públicas desde 1855 hasta 1858, en la etapa final de la construcción. De hecho, la campana lleva su nombre grabado. Otra teoría más popular dice que es un homenaje a Ben Caunt, el campeón británico de peso pesado en 1850. ¿Cuál te convence más?

curiosidades del Big Ben
Una de las curiosidades del Big Ben sin resolver aún es el origen de su nombre

3. Su historia no empezó nada bien

Hubo un montón de problemas durante la construcción del Big Ben. Los materiales llegaban tarde y el presupuesto no cuadraba. Una vez arreglados los temas burocráticos se dieron cuenta que la torre era demasiado pequeña para el tamaño del reloj. De hecho, la campana se rompió el día después de la primera prueba. Por si fuera poco, tuvieron que cambiar la manecilla de los minutos dos veces porque pesaba demasiado para moverse correctamente.

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3. Hermana de la Campana de la Libertad de Filadelfia

La campana que se rompió entre tanto desastre sigue sonando hoy en día. Fue creada por la empresa inglesa Whitechapel Bell Foundry, que se dedicó al negocio de las campanas desde 1570. También se encargaron de la Campana de la Libertad en Filadelfia. Curiosamente, las dos son todo un símbolo pese a estar agrietadas.

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4. Pese a los inconvenientes, la construcción fue muy limpia

La Elizabeth Tower se construyó de dentro para fuera, al contrario que la mayoría de edificios. De esta manera, todos los andamios quedaban en la parte interna de la torre. ¿Será verdad que los ingleses quieren llevar la contraria en todo?

5. No cualquiera puede hacer sonar la campana

Se necesita muchísima fuerza para hacer sonar el Big Ben. Y es que el badajo que la hace sonar pesa nada más y nada menos que 200 kilos.

6. No hay una única campana dentro del Big Ben

¡En realidad hay cinco! Además de la principal, hay cuatro campanas más para tocar los cuartos de cada hora. Cada una de ellas entona una nota: Mi, Fa sostenido, Sol sostenido y Si.

7. Un reloj a la altura de la campana

Mucho hablar de la campana, pero el verdadero protagonista de las fotos es el reloj. Hay cuatro, uno en cada cara de la torre, y están perfectamente sincronizados. Cada uno mide 7 metros de diámetro y está formado por 312 piezas de cristal. Pero lo más impactante es el tamaño de sus manecillas. El minutero mide 4,3 metros y el horario 2,8 metros.

curiosidades del Big Ben
Los de un lado del avión tendrían la suerte de ver la torre de reloj más famosa desde el aire

8. Que se note que está en Reino Unido

Todas las caras del reloj tienen una inscripción muy británica hecha con oro. Pone “Domine salvam regiman nostram victoriam primam”. O lo que es lo mismo: “Señor, mantén a salvo a nuestra reina Victoria I” en latín.

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9. Los encargados del mantenimiento están en plena forma

Tres veces por semana hay que subir a controlar que todo vaya bien. Después de un siglo y medio, algo tan simple como cambios en la presión atmosférica pueden afectar al funcionamiento. Para llegar hasta el reloj hay que subir 334 escalones, ¡así que deben tener unas buenas piernas! Una parte de las reformas que se harán próximamente es la instalación de un ascensor. ¡Todo un detalle para los ingenieros! 🙂

10. Unos cuantos céntimos ajustan la hora, una de las curiosidades del Big Ben más divertidas

La tasca principal de los encargados del mantenimiento es que el reloj no se retrase ni un segundo. Para conseguirlo se ayudan de pennies, monedas de un céntimo. Las colocan encima del péndulo para ralentizar las agujas o las quitan para que el reloj vaya más rápido. Se dice que cada céntimo añade o quita 0,4 segundos cada día.

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11. Cualquier imprevisto puede afectar a las manecillas

En varias ocasiones han pasado cosas que han echado por tierra el trabajo de poner y quitar céntimos. Por ejemplo, una bandada de pájaros se posó encima de una manecilla en 1944. Su peso hizo que el mecanismo se ralentizara y consiguieron retrasar la hora 4 minutos y medio. Otra anécdota se dio en Nochevieja de 1962, cuando cayó una gran nevada que hizo que las campanas no dieran la bienvenida al año siguiente hasta las 0:10h.

12. Toda la noche para adelantar o atrasar la hora

Se tarda un total de 5 horas en adelantar o retrasar la hora de los relojes de las cuatro caras de la torre. Dos veces al año, los cinco encargados de mantener el reloj en hora hacen el turno de noche. No sólo tienen trabajo con el Big Ben, sino que dentro que las Casas del Parlamento hay 2.000 relojes más que también hay que poner en hora.

13. Tiene una luz para saber si hay sesión parlamentaria

¿Tienes curiosidad por saber si debe haber una sesión parlamentaria en ese momento? Sólo hace falta que mires si la luz de arriba de todo de la torre está encendida. Se instaló en 1885 a petición de la reina Victoria para que ella pudiera ver cuando trabajaban los parlamentarios desde el Buckingham Palace.

curiosidades del Big Ben
La luz superior (que aquí no está encendida) es protagonista de una de las curiosidades del Big Ben

14. Se apagó y silenció durante la guerra

Para encontrar una de las curiosidades del Big Ben más tristes hay que remontarse a las dos guerras mundiales. Durante ambas dejó de estar iluminado para no servir de guía para posibles ataques aéreos. Además, durante la Primera Guerra Mundial ni siquiera sonaron sus campanas durante dos largos años.

15. Lo intentaron destruir

Una de las curiosidades del Big Ben más desafortunadas es que una bomba de un avión alemán tocó la parte superior de la torre el 10 de mayo de 1941. Pese a que el Palacio de Westminster necesitó una remodelación total, el Big Ben quedó casi intacto. Sólo algunas decoraciones de hierro y una pequeña parte de piedra quedaron tocados. El reloj siguió funcionando sin problema.

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16. ¿Acabará como la Torre de Pisa?

En 2003 se dieron cuenta que el Big Ben empezaba a estar inclinado. Se calcula que se ha ido torciendo sólo un milímetro cada año, pero ya tiene una desviación de medio metro hacia el noroeste. Esto se debe a las irregularidades del terreno y a los túneles que pasan por debajo. Es una de las curiosidades del Big Ben más difíciles de ver. Nosotros no sabemos apreciar la inclinación, ¿y tú?

17. Los ingleses podían (y podrán) visitar la torre

Los ciudadanos de Reino Unido podían solicitar un tour por el interior de la torre. Pero desde diciembre de 2016 se han suspendido porque empieza un largo periodo de obras que durará unos tres años aproximadamente. Se espera que en 2020 el Big Ben esté completamente restaurado y vuelva a lucir en todo su esplendor. A ver si entonces se animan a abrir las visitas para los visitantes de todo el mundo 🙂

18. También existe un Little Ben

Mientras no se pueda visitar el Big Ben, siempre te quedará el Little Ben. No es ninguna broma, existe una réplica de 6 metros muy cerca de la estación de Victoria, en la intersección de Vauxhall Bridge Road y Victoria Street. Se construyó en 1892, pero la versión actual es de 1981 y representa la amistad franco-británica. De hecho, durante el horario de verano la hora no es la británica, sino la de Francia y la mayoría de países europeos.

Albert Serratacó

Cofundador de Los Traveleros. Barcelona, 1995. He dejado mi huella en 64 países, pero el corazón en Ecuador. Con permiso de Descartes, viajo, miro deporte y luego existo. Ahora soy corresponsal de este blog en todo el mundo y llevo la comunicación a ciclistas profesionales.

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